jueves, 31 de enero de 2013

El caminito dentro del curso

   Mi intención no es hacer un sumario de lo que fue el curso, sino dar una entrada tan subjetiva como la vida misma, algo que no tiene porque haberle pasado a uds. Tampoco mi intención es saturar con frases pomposas que digan que ha cambiado mi paradigma personal, y que ahora la vida la veo con otros ojos. 

   A pesar de todo, lo que rescato enormemente el proceso el cual se desarrollo el trabajo grupal, pues si bien ya he hecho bastantes, siempre el referéndum se gestaba en las conclusiones obtenidas. Pero en este caso lo cogimos desde los tobillos e invertimos la situación, pues a partir de nuestras conclusiones preconcebidas, por así decirlo, y estructurar el trabajo para encontrar nuevas conclusiones. El  resultado, intelectualmente hablando, me sentí  satisfecho. Encontramos muchas nuevas cosas que eran ideas primarias, y no sólo la solventamos con datos, sino rebatimos la naturaleza de ellos. El no tragarse todo lo que dice una estadística fue nuestro mayor triunfo. Sin embargo, en la parte metodológica fue el que quede mas insatisfecho, y no quiero que sea una observación peyorativa a nuestro trabajo hecho por todos, sino una forma de ser auto-críticos con si mismo. El fin era un trabajo grupal cooperativo, pero ello es imposible cuando no somos responsable de nuestro compromisos, pues eso lo que implica una sociedad empoderada, que adquiera responsabilidades. A mi parecer, la responsabilidad no es el sólo hecho de entregar el trabajo a tiempo, o tener todos los apuntes listo, mas bien es asumir los desafíos con convicción y en forma crítica. Las contadas ocasiones que tensamos divergencias, y debatíamos en forma férrea para poner nuestros puntos de vista, creo  que nos hacía cada vez mas responsable, pues había un interés. Aunque como digo, creo que el número fue reducido. 

   El interés no sólo creo que debió existir en el ceno del  grupo, sino alrededor de los demás  Es así como creo que las exposiciones no tuvieron el éxito correlativo con la investigación ardua que cada sujeto realizo. Es decir, creo que todas las exposiciones estuvieron muy interesante, algunas mas que otros, pero esto sólo se debió a la calidad oratoria de unos sobre los otros. Así por ello, la falta de interés por debatir acerca cosas como que nos atañe a todos, como temas Medio Ambientales o la Educación, bueno también existían  temas mas lejanos como el nuestro; el BRIC o la de los chicos que hablaron sobre el conflicto China Japón, pero que sin lugar a dudas serán temas de controversia para las Relaciones Internacionales en cada rincón del mundo, pues implica a  las grandes potencias, o por lo menos a la venideras. En definitiva, creo que la falta de las por no sólo enterarse lo que nuestros compañeros tenían que decir, que sin lugar a dudas lo encuentro casi natural cuando una exposición resulta aburrida, pero creo que falto una instancia para comparar nuestros resultados con el conjunto de la clase.

   A pesar del marcado pesimismo, veo que todos trabajamos no sólo con el fin de obtener una nota, sino el ímpetu de indagar un tema libre de nuestro interés  y querer contar algo, o por lo menos apaniguar nuestra incertidumbre. Espero fehacientemente que podamos replicar el modelo para clases futuras, como también a nuevos proyectos de participación cooperativa.



lunes, 3 de diciembre de 2012

Modernidad y Holocausto





 La obra de Zigmunt Bauman  formula un hecho histórico profundamente estudiado, sin embargo “Modernidad y Holocausto”  consigue ser mirado desde otra arista completamente nueva. La desmitificación del Holocausto como un hecho histórico que irrumpe de forma voraz y clarifica lo peor de la sociedad moderna, Bauman dilucida como la modernidad es causal del Holocausto. Un hecho pavoroso que arraso con la vida de millares, fue producto del modelo de sociedad moderna que todas y todos conocemos. La modernidad nos trajo el valor del progreso, pero con ella la deshumanización de nuestra civilización.

El Holocausto es un cruel fenómeno propio de la modernidad. Por ende, no puede ser considerado como un caso atípico de la máxima expresión del antisemitismo. El Holocausto se transforma en la contra cara de la sociedad, algo que siempre ha estado allí cautivo en el aparato burocrático. Los valores de progreso junto a la racionalización instrumental y el cálculo hacen visible el tormentoso destino que puede llegar a concebirse  la sociedad al suprimir la moralidad. Por tanto así, no se puede entender al Holocausto como un fracaso de la civilización, esto sólo ocultaría el escenario latente de la civilización moderna. “Nunca se imaginó que  una nación occidental, civilizada, era capaz de hacer semejante cosa. Y, entonces luego de 1945 Raul Hilberg se pregunta si alguna nación es incapaz de hacer eso, ya que en 1941 nadie podría imaginarse el Holocausto, de la angustia de excluir lo inimaginable”.

 El genocidio fue una respuesta racional para Hitler, pues en un comienzo puso como objetivo liberarse de los judíos sobre el territorio, pero  no especifico el cómo. Primero intento expulsarlos, buscando otro lugar donde residieran. Sin embargo, con el transcurso de la expansión del territorio alemán el objetivo se hizo insostenible, además del fracaso de conseguir el territorio ruso. La solución más racional sería eliminar a todos, tras los problemas que iban sucediendo a medida que cambiaban las circunstancias a objetivos muchos más amplios. El Holocausto surgió de un proceder auténticamente racional, generado por la burocratización fiel a su estilo y razón de ser. El exterminio judío no habría sido posible sin el aparataje tecnológico que el mundo moderno consiguió. La sociedad con la cultura burocrática se convirtió en un objeto que administrar, dando no sólo pie al Holocausto, sino que hizo razonable el hecho de buscar cualquier fin, aun inmoral  este sea.

 La indiferenciación moral se consiguió atrapando con los tentáculos de la administración burocrática a la civilización moderna. Eliminar cualquier tipo de proximidad que pudiese permitir la piedad humana, transformaría a los judíos a objetos carentes de toda categoría humana. El distanciamiento trae consigo la inhumanización, por ende un cuerpo obsoleto de ella le es prescindible el asosiego de algún tipo de moralidad.

 El proceso lineal del Holocausto como un acontecer de una serie de hechos antisemitas mecanizados no tiene cabida. La furia desmedida como arma antisemita es ineficaz, como la que se vio en la noche de los cristales rotos. La administración burocrática y la técnica serían las armas para la invisivilización de la humanidad de los judíos, el cual permitiría el objetivo final al menor costo posible. El modelo de sociedad moderna intentó racionalizar todo en cuanto pudo, al llegar al extremo de racionalizar la muerte, pero para ello se debió deshumanizarla. Los cuerpos al estar carente de humanidad, y ser sólo carne, es mucho más simple aplicar una tortura fácil y económica de eliminación, al contrario de ser concebidos como seres humanos moramente reconocibles, sería necesario técnicas más costosas.

La metáfora del jardinero que se aplica en el texto, “Un jardinero tiene un jardín que cuidar. Para que crezcan flores bellas y hermosas, se debe de eliminar la mala hierba,  pues esta traerá consigo la desdicha del florecimiento del jardín, por ende, será un mal trabajo hecho por el jardinero, si este deja crecer la mala hierba”. La modernidad vino a concebir que la intervención humana estuviera en manos de una racional instrumental, weberianamente hablando, aplicando cualquier método para conseguir el jardín que se desee, aun cuando este implique la debacle del ecosistema o la muerte de decenas, cientos, miles e inclusive millares de personas.

El extermino en masa cometido por los nazis fue una muestra espelúznate de lo que es capaz de permitir el racionalismo para conseguir eficazmente un fin, a pesar de su inmoralidad. El aparato burocrático conformo un elemento fundamental para el exterminio judío. No concebido como un hecho sin precedente, no por su naturaleza irracional de odio irrefrenable, sino por su sustancia racional. Un fenómeno procedente de la modernidad no puede ser imaginable sin el despliegue del conocimiento técnico moderno de la administración social como un objeto.

 La tecnología marcó un eje crucial para el desarrollo del Holocausto. La administración burocrática desplego innovaciones técnicas para que el Holocausto fuese posible, para cegar moralmente a los victimarios e inhumanizar a las víctimas para someter la técnica más eficaz de extermino. El Holocausto sólo se pudo llevar a cabo después de neutralizar el impacto de los impulsos morales primigenios, de aislar a la maquinaria de la muerte de la esfera en la que esos impulsos morales que nacen y funcionan, se transformasen  en impulsos marginales o irrelevantes en la ejecución de la tarea. La búsqueda de métodos que permitan no sólo el distanciamiento físico, sino que también psicológicos. La cámara de gas, no es sólo una habitación con una función mortuoria. Se necesita una estructura física donde la carne caiga inexorablemente frente a la emanación tóxica proveniente de las duchas, también se necesita un personal autorizado que administrase el veneno por una rendija superior para evitar el contacto físico. ¿Pero sin las técnicas del aparataje burocrático hubiese tenido ese tortuoso final?  Pues no, la meta del exterminio de la totalidad judaica no hubiese sido sostenible en base a la elasticidad de la violencia. Recursos poco sofisticados habrían tendido una violencia desatada, pero esta sería símil a cualquier hecho que relata la historia de los asesinatos múltiples, entonces no lograría  el “éxito” de asesinar a tanta gente en tan poco tiempo.

Otro punto importante es el papel de los métodos tecnocráticos que diluyen la responsabilidad del Holocausto. Para Levinas “el estar con otros, es más primario e inamovible atributo de la existencia humana, significa ante todo y sobre toda una responsabilidad. Como el que mira, yo soy responsable de él sin siquiera haber adquirido responsabilidades respecto a él. Mi responsabilidad es la única forma en que el otro existe para mí, es la forma de su presencia, de su cercanía”. Contradice la tesis funcionalista durkheniana de que la moralidad se cimenta en la función que esta representa. De ser así la culpabilidad de los autores del genocidio serían inimputables, puesto que la conducta inmoral seria la traducción de una conducta errónea, ya que la máquina de muerte logró normalizar el Holocausto. Entonces Levinas sustenta la responsabilidad “como la estructura esencial de la subjetividad”  sin importar su reciprocidad. No obstante, “la responsabilidad queda silenciada cuando es erosionada la cercanía”. Los experimentos de Milgram, expuestos en “Modernidad y Holocausto” exponen como al individuo se le hacía mucho más fácil disolver la moralidad en cuando la proximidad se prolongaba, a raíz de ello las prácticas punitivas aumentaban, pero al acercarse cada vez más a la víctima, la moralidad despertaba y los individuos pedían el cese del experimento. Además del desasosiego de la moralidad, los individuos se desvinculaban de la culpa cuando existía una autoridad, ya sea el investigador o la misma ciencia  como tal. La importancia del experimento de Milgram es que permite evidenciar como la tecnificación burocrática permiten aislar al judío en distintas esferas. Promover el antisemitismo desde lo más profundo de los corazones hasta provocar  la deshumanización del judío. Los mecanismos de horror y muerte buscan la eficacia y la economía de los recursos. Ya no era eficiente matar a punta de disparos, traía consigo el despilfarro de armamento y sobre todo podría provocar el natural sentido de piedad.

  El distanciamiento físico ha quedado en evidencia para evitar que los funcionarios no abdiquen del gran objetivo. Sin embargo, se necesitaba más búsquedas de soluciones racionales para no despertar a las masas. El procedimiento más óptimo fue continuar erosionando la cercanía de los judíos, hasta volverlos psicológicamente invisibles. Se logró confinándolos en Ghettos y con una fuerte propaganda antisemita.

  Al transformarse en cuerpos carentes de humanidad, no le es prescindible la culpa, pero la moderna maquina burocrática no deja ningún cabo suelto y desemboca a través de su moderna administración una responsabilidad flotante. La cadena jerárquica hace que la responsabilidad nunca recaiga consigo mismo, sino es sólo un engranaje de la gran maquinaría, la cual debe de seguir y obedecer cualquier tipo de mandato, se quiera o no. Este es uno de los principios del tipo de ideal de burocracia de Weber. La pérdida de la individualidad frente a la toma de decisiones es considerable al momento de adquirir una responsabilidad, pues siempre será una orden mayor que el funcionario debe de cumplir. Desde iniciar el proceso de exterminio en la cámara de gas, hasta llenar una forma para el avance del ferrocarril que trae a miles de personas hacinadas para una vecina muerte.
En definitiva la síntesis que extraigo del libro explica un sinfín de síntomas de nuestra sociedad. Extraer la tesis de la modernidad, junto a sus valores permite evidenciar la perdida de la responsabilidad social en la que todas  y todos somos partícipes. No sólo aplicar el modelo al Holocausto, sino a las problemáticas de la cual somos consientes día a día, esto no quiere decir en transformarla una teoría “atrápalo todo”.  La erosión de las relaciones sociales desenvuelve un cambio social paradigmático cuando se enfrenta el tú a tú. Es decir que el otro individuo pierde importancia cuando las relaciones sociales se fragmentan, transformando sus problemas en sólo sus problemas, sin tener ninguna injerencia en mi área individual, siempre y cuando esos problemas no afecten en la consecución de mis metas. El actuar bajo una racionalidad instrumental nos permite actuar en cualquier forma, ya sea en aras del progreso, destruyendo el medio ambiente; En busca de la paz, invadiendo con un ejercito mas poderoso para mantener la relación de fuerza y miedo, propia de la teoría realista; La autodefensa, matando indiscriminadamente al rival. Así el fin justifica los medios. Pero este actuar no implica la responsabilidad sobre los otros, deshumanizándonos más y más.


domingo, 25 de noviembre de 2012

La Batalla de Chile



   "Un país que no tiene cine documental, es como una familia que no tiene un álbum familiar"

Patricio Guzmán


   Patricio Guzmán puede ser considerado uno de los mejores documentalistas de Latinoamérica. Siendo su obra magna "La batalla de Chile" una trilogía sobre el último año de Salvador Allende en el gobierno de la Unidad Popular. El filme se rodó hasta el mismo 11 de septiembre de 1973, día del golpe militar. Por ende, este se vio detenido por el aprisionamiento de Guzmán en el Estadio Nacional (utilizado como centro de detención y tortura) por 15 días. Gracias al apoyo de su mujer, Renate Sachse, y algunos de sus amigos, logró sacar los rollos de película de Chile y viajo a Europa. Allí junto a Crhis Marker buscó los medios económicos para montar la película. El instituto cubano de cinematografía fue su principal ayuda. Por tal motivo Guzmán viajó a la Habana, y desde allí termino años mas tarde su película.

   “Este film es es la primera obra de arte de una nueva forma de analizar la política... Nos ofrece una lección de historia como nunca nos la ha ofrecido el cine... Aunque diversos cineastas muy conocidos están inscritos en la rúbrica del guion, como Pedro Chaskel, otro director chileno, Julio García Espinosa, director cubano, y Chris Marker, la obra, muy evidentemente, se debe a un solo hombre. No por motivos de procedencia, sino, tal vez, porque el trabajo de creación, de realización, de montaje, valen bien el de un Bresson o un Fellini”...


Louis Marcorelles. Le Monde, París 1975.



La Batalla de Chile Parte I: La insurrección de la burguesía 




La batalla de Chile Parte II: El Golpe de Estado



La Batalla de Chile parte III: El Poder Popular



lunes, 19 de noviembre de 2012

"Es la demografía, estúpido"




   Ya han pasado dos semanas de la elección presidencial en Estados Unidos, obteniendo la relección Barack Obama.  Una de las causas de su triunfo nos permite recordar unas de las frases acuñadas en la campaña de Bill Clinton en 1992, “Es la economía, estúpido”. Tal frase nos permite identificar la importancia del auge o declive económico para la determinación de las masas de quién se beneficiará del sillón presidencial.  Sin embargo, la reciente elección cambió el escenario del voto, el factor que definió los resultados fue la demografía. Es por ello que no resultaría herrado decir “Es la demografía, estúpido”.

    Lo que pasó fue que la bomba de tiempo demográfica, que ya tenía tiempo en marcha, explotó en las caras de los republicanos”, se lee en un artículo de la cadena NBC, firmado por el analista Chuck Todd, entre otros. Al parecer el padrón electoral fiel al partido republicano, la población blanca de edad mayor, ha ido achicando en la pirámide de la población y lo seguirá haciendo. Tal afirmación ha llevado a varios analistas a comentar que el partido republicano se encuentra en crisis en los Estados péndulos, pues no ha llevado el ritmo de la población norteamericana. Puesto que sus políticas apuntan cada vez a los blancos, siendo que cada vez hay menos.

   Mientras que el despliegue político de la campaña de Barack Obama realizó la apuesta correcta. En lugar de enfocarse en los blancos y mayores de 65 años, que era de esperar le dieron su apoyo a Mirr Rimney, se concentró en lo que el analista Ron Brownstein llama “ la coalición ascendente”: las minorías, los jóvenes y las mujeres, que ahora representan una mayoría, la población negra, latina y asiática. Transformando no sólo así las redes de comunicación de masas a  su favor, sino el correcto uso del Censo del 2010.

   Existen muchos factores que pueden desembocar en el triunfo de Obama sobre Ronmey, como la mala gestión de su discurso que tuvo el candidato republicano, pero queda claro que la campaña de Obama supo identificar los cambios demográficos, que no son nuevos, a su favor.

    La relación que se extiende de las elecciones para el gobierno del Tío Sam con las pasadas en la península ibérica es que el motor que incidió en el triunfo del Partido Popular fue el factor de la crisis. Pero quien nos dice que el día de mañana las llamada “coalición ascendente” de inmigrantes concierne un poder político y sea determinante para alguna elección futura. Pues sólo el tiempo nos podrá decir quien tiene el peso político, si la población fiel a los partidos tradicionales se transmite en forma generacional o por el contrario se desvanece y la población inmigrante otorga un nuevo clivaje a la política española.

domingo, 14 de octubre de 2012

Lo bueno, lo malo y lo mejor




  El proceso de enseñanza alberga espacios más allá del área académica, pues afecta a todos los ámbitos de nuestras vidas. Al enfatizar la palabra enseñanza no sólo se puede hacer referencia a las aulas, sino también a todas las instituciones normalizadoras, como la propia familia; la iglesia, asociaciones; etc. Cada campo de interrelación social es un espacio de aprendizaje que otorga a cada individuo distintas herramientas que permiten edificar el conocimiento. El sistema educativo modela dispositivos de dominación para almacenar conocimientos, sin embargo en él se genera otro tipo de conocimiento por la mutua relación que se gesta entre individuos, compañeros, amigos.


  La reflexión acerca del proceso de enseñanza propicia la participación a como queremos educarnos. Los mecanismos de dominación intelectual a través del sólo cúmulo de saberes prácticos restan notoriedad al actor mas importante del proceso de enseñanza, el alumno. El debate acerca de lo que está bien y lo que está mal genera el empoderamiento del estudiante para tomar decisiones de como mejorar su propio aprendizaje.  


  La primera clase consto con la iniciativa de preguntarse  las cosas positivas y negativas del proceso de enseñanza, para concluir de como mejorarlas. El dialogo se centro en las calificaciones, tanto para los aspectos positivos como negativos,  puesto que juegan un papel fundamental para nosotros como estudiantes. El tema de aprobar o no la asignatura se balancean en proporción entre lo bueno y lo malo, al límite de perjudicar el proceso de enseñanza con la mera búsqueda de aprobar  por cualquier medio, en desmedro de adquisición de conocimientos. El estimulo de aprobar resta importancia a otras áreas importantes del proceso de enseñanza, ya sea la calidad del profesorado, la relación entre compañeros o  el material aprendido, reduciendo el proceso al sólo hecho de aprobar con buena o excelente calificación. 


  Otro elemento fue la cooperación que se gesta entre compañeros, que se traduce en amistades y la formación de nuevos conocimientos que se adquieren fuera del currículo, ese que nace sólo entre la interrelación espontanea que se transmite por otro sujeto. La búsqueda de nuevos espacios brinda la participación colectiva y  genera nuevos horizontes y construye metas antes no conocidas.


  Los elementos negativos fueron dicotómicos, mientras los positivos eran aprobar, la calidad de los profesores y generar nuevas amistades, los negativos fueron inversamente proporcional. Agregándole situaciones conflictivas contextuales del sistema educativo español, es decir las subidas de las tasas. No obstante, aquí lo importante no es identificar lo bueno o lo malo, sino hacer una amalgama  para ver los elementos en que se puede mejorar. La reflexión sobre el mejoramiento ensalzo la participación de los estudiantes en el proceso de enseñanza, osea el mismo ejercicio que se ha desarrollado en clase, pero para el desarrollo de los contenidos mas complejos que la organización. Para esto no significa que las clases no sean evaluadas, pero que no signifique que la única razón de estar en el aula es aprobar, sino la sed de conocimiento y esto es a través de un profesorado competente y alumnos dispuestos aprender no sólo de él, sino de la clase en su totalidad.